8 septiembre, 2024

Razas de Gatos

Los gatos pertenecen a los felinos, igual que los tigres, leopardos, jaguares etc. Algún día puede que hable de los “gatos grandes” Dentro de la misma especie hay una variedad impresionante de razas. Hasta en los productos para gatos empiezan a tener esta diversidad en cuenta, por ejemplo hasta fabricantes como Royal Canin, ofrecen gamas distintas, como por ejemplo piensos especiales pensados para los gatos Main Coon, Siameses, y creo que algunos más que no me acuerdo ahora. No he comprobado si realmente reviste mucha importancia, porque tengo 5 gatos, distintos, siamés, bengalí y gatos europeos, así que he optado para darles a todos el mismo pienso, porque es imposible tener un pienso para cada clase y hacer que cada uno coma lo que le correspondiera.

Tipos de gatos / Razas de gatos

En este listado podrás encontrar las principales razas y tipos de gatos. Haz click en el nombre del gato o en su fotografía para más información.

Mi experiencia con los gatos

El gato siamés, que yo sepa, es el único que habla todo el rato, quiere contacto contigo y le tienes que contestar si no siguen y siguen y no paran, algunas veces puede resultar un poco pesado. Su forma de “hablar” no consiste en decir palabras, pero si imitan sonidos, como mu, me, y mi gato siamés parece auténticamente que dice (nej) pronunciado nai en danés. Ha vivido en Dinamarca durante 9 años y estoy seguro que lo ha cogido porque ha oído este sonido pronunciado muchas veces por los daneses. No es conveniente tener un gato siamés solo, hay que tener dos, no hace falta que sean siameses los dos, pero es efectivamente un gato muy sociable y lo necesita, el mío también sale a saludar a las personas que vienen a casa.
Mi gato bengalí también es muy sociable, es un leopardito. Es un cruce de gato leopardo asiático salvaje y el gato egipcio Mau. Seguramente los egipcios le bautizaron así por se forma de decir miau, pues mau. Se notan los rasgos de gato salvaje en este gato, tiene además un pelo supersuave, le gusta el agua y muchas veces se lava las patas después de utilizar la bandeja. Es muy fino. Corre mucho, trepa mucho y está en todas partes, un gato divertido de verdad, así que si desean tener un leopardo en miniatura en casa, el gato bengalí es el adecuado Emite sonidos distintos a los que emiten los otros gatos, se parecen más a los sonidos que emiten los felinos grandes, sin embargo, sin llegar a tan alto.

Mis gatos europeos también son preciosos y no menos divertidos que los gatos de raza. Hay uno, mi tigre en la foto, se parece a un tigre bengalí, son de color claro como él y con los ojos azules, es decir si quedan más de ellos, no lo sé, puede ser que las salvajadas humanas hayan terminado con ellos. Tengo uno rojo con rayas y ojos color de miel, que belleza. Y por, último, mi gato Pilou (se pronuncia Pilu) el gran gato cazador, caza todo desde una mariposa hasta pájaros más grandes. Es un gato estupendo que he salvado abandonado en un campo. Creo que estaba a punto de morir. Ahora está impresionante, grande, pelo sedoso, ojos grandísimos, como platillos volantes, mimoso a no poder más.
No sé que raza de gato prefiero, porque prefiero a todos, y tendría uno de cada pero hay que ser realista.

Una mirada a las razas de gatos

Hasta hace relativamente poco tiempo, los gatos han manejado su crianza por sí mismos. En un principio fueron utilizados para un propósito – la caza y mantener a los roedores alejados de las cosechas. Pero con el paso del tiempo comenzamos a criar gatos por simple amor o admiración hacia ellos, más por nuestro gusto, de modo que, hoy en día, hay varias razas de gatos diferentes. Concretamente existen más de 70 razas de gatos distintas reconocidas. Hay varios registros (clubes internacionales, de larga tradición y renombre, en su mayoría) que reconocen alrededor de 40 razas cada uno-

Entre las razas de gatos más comunes tenemos el gato Tabby o Común Europeo, que no es una raza en sí, si no que designa a los gatos caseros, habitualmente mestizos de varias razas. Estos tienen sobre sus hermanos «puros» la gran ventaja genética de la mezcolanza, en líneas generales son gatos mejor adaptados, con menos tendencia a enfermedades de carácter genético.

Entre los razas de gatos, en Europa y Norteamérica son 4 las más conocidas: como gato hogareño están los persas y los siameses y como gato más agreste, más típico de zonas frías y de lugares con acceso al exterior, los Bosques de Noruega en Europa y los Maine Coon en EEUU.

Los gatos siameses, al contrario de la fama de ariscos que tienen, es un tipo de gato muy apegado a su dueño. Parlanchín y meloso, se pasará la vida saludando a su humano cuando este llegue a casa y caminará entre sus pies hasta el día que ya no pueda caminar. Físicamente es un gato menudo, de pelo corto y sin casi soto pelo, por lo que amará sobre todas las cosas el permanecer cerca de la estufa u bajo los edredones. El gato siamés se divide en clásico y moderno, el clásico es aquel que veíamos en las películas de cuando éramos niños, color crema con la cara, patas y cola marrón oscura. El manto del siamés moderno tiene un poco de Tabby, aunque el patrón de colores y todas las demás características permanecen.

El gato persa es un gato rechoncho, de pelo largo (si es de pelo corto se denomina Exótico), y nariz chata. Como los siameses, son muy caseros. Con esta raza de gato se han de tener especial cuidado con las vías respiratorias, además es importante disponer de boles para el agua y comida adaptados a la forma de su morro.

gato siberiano en la nieve
Al gato Siberiano no le asusta el frío

El Bosque de Noruega y el Maine Coon son 2 razas de gatos que, junto al Gato siberiano, se denominan Gatos de Bosque, y son razas hermanas y por tanto, muy parecidas. Realmente diferenciarlos es difícil, uno a de fijarse en la forma de la punta de las orejas y un par de detalles más para conseguirlo.

Son en general gatos corpulentos, de pelo largo y con una buena cantidad de «lana» debajo, algo lógico pues son propios de lugares fríos. Como a todos los gatos, les gusta el calor del hogar, pero no en la medida extrema que le puede gustar a un gato siamés. Al poco rato de estar al calentito quieren volver a salir. No les suele asustar el frío ni la lluvia, tampoco la nieve. Es muy fácil ver a un gato de esta raza disfrutando de revolcarse en dicha nieve.

De carácter son gatos infinitamente cariñosos con sus humanos, pero muy territoriales con los demás gatos. Esto no significa que no se puedan tener varios gatos en casa si tenemos un gato de bosque, ellos saben quiénes son de su manada (sí, aunque el gato no es un animal de manada como lo es el perro, sí que establecen vínculos de grupo, incluso de jerarquía) y focalizan su territorialidad con los gatos ajenos.

Millones de personas de todo el mundo conviven con gatos, son muchas las personas que prefieren un gato por encima de cualquier otro animal de compañía – incluyendo perros. Realmente no importa la raza (o no-raza) de gato que se tenga, si disfruta de la compañía de un gato puede estar seguro de compartir su vida con un gran compañero, fiel (a su modo), cariñoso y divertido. Y en el caso de los gatos rescatados, agradecido como hay pocos.

El pedigree en las razas de gatos

Muchas veces la gente pregunta a los criadores por qué hay tanta diferencia de precio entre unos criadores y otros por unos gatitos de la misma raza.

Normalmente esto es por el pedigree de los gatos, están muy valorados los pedigrees extranjeros con un 0% de inbreeding (cruces entre antepasados o familiares). O españoles pero con inbreeding 0% o por premios de sus gatos en exposiciones.

Normalmente la gente que cría con un inbreeding del 1,50% en adelante suelen vender gatos mucho mas económicos, también muchas veces los venden mas baratos por que los venden ya con 6 o 8 meses de edad, que son mas difíciles de colocar que cuando tienen de 3 a 5 meses. También hay criadores que apenas van a exposiciones y por ello rebajan algo los precios de los gatos.

Y si no es el caso, a veces es por que son particulares que dicen dar pedigree pero no son criadores registrados.

La importancia del pedigree viene en parte porque es la forma de conocer los antepasados de nuestro nuevo amigo.

¿Por qué es importante conocer los antepasados de tu gato?

Porque hay muchos casos de inbreeding o incesto en la cría.

El problema de este tipo de cruces es que se obtienen gatos muy guapos y bonitos pero débiles y mas propensos a contraer enfermedades, problemas renales, de huesos, etcétera. También puede afectar al carácter, siendo estos más retraídos o ariscos. Estos gatos suelen morir muy jóvenes, de 3 a 7 años, cuando la vida media de suele ser hasta de 14 a 17 años de vida.

El ideal de gato es uno con un inbreeding de un 0% en la 4ª o 5ª generación.

Hay webs y programas (como http://www.pawpeds.com) donde los criadores pueden meter sus pedigrees y cuando crían aparece el tipo de inbreeding que es y que porcentaje de consanguinidad hay entre los padres.

Otra forma de verlo es consultar el pedigree de los 2 padres del gatito y mirar que los parientes repetidos en la parte de la madre y el padre, cuantos menos parientes repetidos mejor, menos consanguinidad tendrán los cachorros.

Un criador registrado debe estar dado de alta en un club felino y tener un afijo de criador.

Al comprar un gato se debe pedir al criador que se identifique como criador exigiéndole que enseñe el afijo, el club que pertenece y datos del club para poder llamar a ver si es criador de ese club o nos esta mintiendo.

Y exigir que nos enseñe el pedigree de los 2 padres, ya sea escaneado del original o –mejor aun- el original.

Últimamente se ve en periódicos y foros a mucha gente vendiendo supuestos gatos de raza pura, cuando realmente son particulares que cruzan sin control. A veces incluso dicen tener el pedigree de los padres. Al tiempo el comprador se da cuenta de que nunca se le entregará el pedigree que les prometieron,o si tienen algín problema con el gato no descubren que no tienen ninguna garantía, como podrían tener con un criador registrado.

Por eso la importancia del pedigree, para que la gente que quiera un gato de raza tenga una garantía de que lo que está comprando es lo que le venden y para saber la genealogía del animal, algo, como ya hemos dicho, muy importante para la salud del gatito.

La evolución de los tipos

La creación de nuevas razas de gatos y el nacimiento de colores inéditos constituyen el componente más espectacular de la «felinotécnica». Sin embargo, no menos importante es el trabajo constante de mejora puesto en práctica por los criadores que trabajan con razas de «antigua tradición». También para los gatos los cánones de belleza son cambiantes. La evolución de los tipos es evidente en el ámbito de las razas más antiguas, aquellas que ya estaban presentes en la primera exposición felina que se celebró en el Crystal Palace de Londres en el lejano 1871.

gato persa rojo
Los actuales persas (aqui en la foto, un cachorro rojo) ya no tienen nada en común con sus antepasados del Siglo XVII o incluso del siglo XIX.

En efecto, después de más de un siglo de selección, los gatos ya no son exactamente los mismos. Un persa o un siamés del siglo xix no tendrían ninguna posibilidad de figurar en una exposición actual: serían considerados decididamente superados. Sin duda, el persa es el que ha conocido un mayor impulso selectivo, hasta el punto de que su tipo morfológico ha sido completamente modificado. Al principio fue modelado en todas sus partes por los criadores británicos a partir de dos gatos de pelo largo: el angora y el llamado «gato francés». El tipo originario, llamado «angora» (en referencia a su lugar de origen, Ankara, en Turquía), tenía una cabeza pequeña, una nariz larga, grandes orejas puntiagudas, una estructura relativamente ligera y esbelta e, inicialmente, tenía el manto blanco.

El «gato francés», de origen persa, era más macizo, más robusto y de patas más bajas, con orejas más pequeñas y colores del pelo más variados. Al cruzar estas dos razas de gatos y llevando la selección hacia el tipo francés más pesado, los criadores ingleses consiguieron fijar el tipo persa, o sea un gato de cuerpo bajo y robusto, con las patas cortas y gruesas, la cola corta y densa, el pelaje largo y sedoso, la nariz chata y los ojos grandes y redondos. No ha sido un trabajo fácil: la nariz corta, el pelo largo y todas las demás características deseadas para el persa son factores recesivos, sólo se los puede fijar trabajando con una consanguineidad extrema. Las fotos de principios de siglo muestran a unos persas bien provistos de pelo, pero aún dotados de una nariz larga y de grandes orejas situadas altas sobre el cráneo.

A continuación, los criadores se esforzaron por obtener orejas más pequeñas, una nariz más corta y un cuerpo más compacto. Pero intervenir sobre el tipo significa arriesgarse, en un plazo más o menos breve, a caer en lo que se llama «hipertipo», es decir, a acentuar hasta el extremo las características requeridas por el estándar. Así, durante los años treinta, los criadores norteamericanos empezaron a producir unos «peke-faces», que se distinguían de los demás persas por la cabeza, similar a la de los perros pequineses: nariz particularmente corta y aplastada, situada entre los ojos, profundos pliegues que surcan los pómulos y ojos redondos y prominentes.

 «Hocicos de cerdo»

Los «peke-faces» suscitaron entonces un notable alboroto. De hecho, representaron una etapa en la evolución del tipo persa americano actual. Luego vinieron los llamados «piggy looks» (hocicos de cerdo): persas con una nariz tan pequeña y hundida (comparable con el hocico de un cerdo) y con los ojos siempre entreabiertos que hicieron poner los pelos de punta a un buen número de amantes de los gatos. Pero también éstos representaron sólo una etapa de la evolución del tipo persa. Hoy, el tipo buscado (denominado en Estados Unidos «sweet extreme look») es un persa decididamente muy típico, con la nariz pequeñísima y armoniosa, una cara abierta, robustas mandíbulas y enormes ojos de expresión dulce.

gato siames clasico
El siamés es una de las razas de gatos que más cambios de aspecto ha sufrido. Relativamente redondeado en sus orígenes (como el gatete de esta foto), ha adquirido una figura cada vez más esbelta.

Otra de las razas de gatos muy amada es el siamés, cuyas características morfológicas han sufrido grandes cambios de aspecto. Relativamente redondeado al principio, el tipo sufrió una clara evolución en el curso de los años sesenta, bajo el impulso de los criadores norteamericanos. Con la selección, estos últimos consiguieron producir siameses cada vez más esbeltos, con las patas cada vez más largas, con la nariz cada vez más afilada, hasta llegar decididamente al hipertipo. Estos siameses tenían una cabeza desproporcionada y una nariz excesivamente larga, y esto en desmedro de la posición de las orejas y de los ojos. Se dio, pues, marcha atrás y desde 1982 el hipertipo ya no está de moda.

Los criadores intentan volver a un siamés más clásico, que, aunque conservando toda la elegancia obtenida, recupere la característica cara triangular de su raza, con orejas bien distanciadas, ojos almendrados y mentón fuerte. Si la evolución de los tipos es necesaria (de otro modo no se conseguiría la mejora de las razas), el hipertipo no debe representar el objetivo que alcanzar, a menos que sea un paso obligado en dirección al gato ideal.

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