Esta es la historia de Itaca, de María.
El año pasado Itaca empezó a adelgazar. Cuando me di cuenta había perdido mucho peso, pero no lo había visto porque tiene pelo largo y disimula mucho su figura, además no le gusta mucho que la acaricies.
Pero un día la toque las patas traseras y noté que estaba muy flaca. Luego me di cuenta de que apenas comía.
Fui al veterinario. Evidentemente tenía lipidosis hepática. Empecé a darle de comer a la fuerza, medicarla e intentar que se animara a comer.
Un domingo la vi muy mal y me la llevé a Madrid a urgencias. Se quedó allí ingresada. Iba todos los días a verla, la pusieron una sonda en el cuello para poder alimentarla, y el viernes me la llevé a casa.
Estuve 2 meses dándole a comer por la sonda 4-5 veces al día. Iba todas las semanas al veterinario a Madrid, la primera semana iba todos los días.
Un día estaba segura de que estaba cogiendo peso, y la veía más animada. Entonces me animé a pesarla de nuevo. No quise hacerlo en 2-3 semanas porque no quería desanimarme (de todas formas estaba controlada, si hubiese sido necesario lo habría hecho).
Pesaba medio quilo más que la ultima vez que la pese. A partir de entonces la pesé en cada visita al veterinario y engordaba 100 gr a la semana.
Al fin llegó el día en que la vete decidió que podíamos probar a ver si comía sola. Ya pesaba 3 quilitos y parecía interesada en comer, aunque no podía hacerlo con comodidad debido a la sonda.
Un jueves la llevé a que la quitaran la sonda. Ese día no comió, y al día siguiente comió poco. Estaba muy preocupada, pero al miércoles siguiente había ganado sus 100gr semanales.
El hecho es que Itaca superó su lipidosis. Ha estado varios meses comiendo comida baja en proteína para que el hígado no tuviese que trabajar tanto. Ahora come sin problemas y ya pesa 5 quilos 400 gramos. Su pelo que había perdido el brillo y la suavidad, vuelve a ser precioso.
Esta muy bien. Mucha gente dice que los gatos no pueden recuperarse de un hígado graso, que siempre mueren, pero no es verdad. Algunos se recuperan, y hay que luchar
Uf! vaya cambio. Me alegro un montón de que se haya recuperado y de que compartas su historia, seguro que da ánimos a más de uno el saber que con constancia y cuidados pueden salir de la lipidosis hepática. Un besazo para las 2.