Un gato sin cola es una verdadera rareza. Pero es precisamente esta particularidad la que hace del gato manx un gato verdaderamente único: inteligente y perfectamente equilibrado, no tiene equivalencia en el mundo felino.
Los orígenes
Único entre las razas felinas, el manx es uno de esos gatos sobre los que se podría hablar durante horas… Por ejemplo, por qué este gato no tiene cola? Tranquilos: el fenómeno es perfectamente natural. Para el doctor Kerruish, especialista en la raza, se trata del efecto de un gen mutante dominante. La mutación se remonta a hace unos doscientos cincuenta años, cuando aparecieron los primeros manx.
El nombre mismo de la raza indica su proveniencia: los gatos anuros (sin cola) fueron descubiertos en la isla de Man, una tierra minúscula situada entre Inglaterra e Irlanda. A causa de la insularidad es del todo normal que el «accidente genético» se haya perpetuado: una reproducción en el más absoluto aislamiento geográfico ha favorecido la selección del nuevo carácter.
Aunque la explicación científica parezca evidente, el gato manx es sin duda el gato de raza que ha hecho correr más tinta. Se ha dicho de todo para intentar explicar en qué circunstancias perdió su cola: para algunos, habría sucedido en tiempos de los enfrentamientos con la Armada Invencible; para otros, sería el resultado de un acoplamiento con un conejo; otros más, en fin, cuentan que el gato habría llegado tarde al arca de Noé y que su cola, hasta aquel momento normal, habría quedado aprisionada en la puerta que se cerraba…
Pero la historia más sorprendente se cuenta precisamente en la isla de Man; es una leyenda antigua, que se remonta al primer conflicto entre británicos e irlandeses. Los hombres de la isla decidieron capturar algunos gatos y utilizar sus colas para hacer indumentos de batalla.
Muy rápidamente la población felina en su conjunto se vio amenazada. Para afrontar el peligro, una de las gatas evitó a los enemigos cortando ella misma la cola a todos sus gatitos, que pasaban sus jornadas deslizándose por la colina en la cual se habían refugiado. Recuperado por las generaciones sucesivas, este juego tuvo como consecuencia una curiosa transformación de la raza: los gatos de la isla de Man no sólo están desprovistos de cola, sino que también tienen el tren posterior redondo y liso y las patas posteriores más largas y musculosas que antes…
Un gato raro que probablemente seguirá siéndolo
Inicialmente desconocidos a los especialistas, los manx suscitaron un notable revuelo en su aparición en las exposiciones. Un magnífico silver tabby, llamado Bonhaki, abrió el camino de una larga lista de campeones. En Gran Bretaña fue fundado un club de manx en 1901; a continuación, el éxito de esta auténtica curiosidad felina superó las fronteras. Aunque de origen británico, la raza se ha vuelto prerrogativa de los Estados Unidos, que han impuesto cada vez más sus criterios de definición. Actualmente existen dos tipos de gato manx: el norteamericano y el inglés. El primero es corto, cuadrado y robusto; el segundo es mucho más delicado y longilíneo.
El gato manx es difícil de criar y esto lo hace más precioso: este gato es raro y con toda probabilidad lo seguirá siendo. La primera dificultad para los criadores está constituida por los problemas relativos a su reproducción: estos gatos no se pueden acoplar casualmente sin tener en cuenta las leyes de la genética.
El gen del gato manx es un gen «delicado»: si no se tiene mucho cuidado en los acoplamientos, puede ser el responsable de numerosas y graves malformaciones. Criando en consanguineidad los gatos manx (es decir, aumentando el porcentaje de sujetos homocigotos por el factor de ausencia de cola), se han tenido muchos problemas. Ante todo se ha visto una notable disminución de nacidos por camada; esto se debe a la presencia de un factor letal que lleva a la falta de desarrollo embrional de los homocigotos (portadores de dos genes manx).
Además, se ha constatado un aumento de la mortalidad neonatal y perinatal en porcentaje decididamente mayor respecto de los gatos de otras razas. La consanguinidad, también para los heterocigotos, puede ser responsable de otras anomalías, además que la de la cola, que pueden afectar al esqueleto. A menudo, en efecto, se pueden hallar sujetos afectados de espina bífida o que presentan una fusión de las vértebras en el último tramo de la columna.
Esta raza está construida, por tanto, sobre sujetos heterocigotos (es decir, portadores de un solo gen manx). Este es el motivo por el cual en toda carnada existe una curiosa mezcla de stumpy (garitos con una o algunas vertebras caudales; pero el muñón no debe superar los tres centímetros) y de longy (garitos de cola larga o de longitud casi normal). Los rumpy (totalmente privados de cola), o manx perfectos, son raros. Algunos criadores prefieren utilizar a los sujetos stumpy y longy como reproductores, descartando el acoplamiento rumpy/rumpy porque la unión de su bagaje genético aumentaría la incidencia de los factores letales.
Las cuatro categorías de gato manx
El rumpy
Es el perfecto representante de la raza. No posee ni vértebras caudales ni vértebras sacrales. Tiene una grupa muy redondeada con una ligera cavidad en la base de la columna en el punto en que debería estar la cola.
El rumpy-riser
Un poco menos espectacular que el rumpy, posee un diminuto muñón formado por un reducidísimo número de vértebras generalmente inmóviles. Un pequeño penacho de pelos se encuentra al final de la columna vertebral.
El stumpy
Posee un muñón más largo, que no debe superar los 3 cm.
El longy
Llamado también tailed manx, posee una cola casi entera, o incluso normal.
Un gato que da la pata
Durante mucho tiempo objeto de encendidas polémicas, el gato manx lleva consigo un perfume de escándalo. Ha sido víctima de las peores habladurías: se lo ha definido como minusválido o deforme… Expulsado de Suecia por «defecto congénito penoso» (¡sic!), ha corrido el riesgo de obtener el mismo tratamiento en Suiza. Hoy, sin embargo, estos dos países se han vuelto atrás en sus decisiones y el manx es admitido sin restricciones. Perfectamente equilibrado, este gato manifiesta una notable uniformidad de humor: es leal, fiel y muy bien puede erigirse en defensor de toda la raza felina, a menudo tachada de hipócrita.
Dotado de gran inteligencia, observa, comprende y vigila hasta los más mínimos gestos de su amo. Como el gato cartujo o el abisinio, se añade a la lista de los «gatos-perro», particularmente afectuosos.
Sin problemas se le puede enseñar a hacer algunos ejercicios: si está bastante apegado al amo, aceptará un adiestramiento impartido con total dulzura para dar la pata, sentarse o recostarse tras una orden. Además del carácter, el manx posee una cualidad poco común: su modo de correr se parece al de un conejo (con las patas posteriores llevadas hacia adelante). Esto se debe al hecho de que el manx tiene las patas posteriores más largas que las anteriores. Decididamente original, este gato parece tener algo de conejo, algo de perro… En suma, lo que hay de maravilloso en el manx es justamente la confusión que produce: con él la palabra rutina pierde todo significado.
El Gato Cymric
Copia conforme del manx, el cymric se le parece en todos los aspectos a excepción del pelo, que es semilargo. Más particular aún que el manx, es completamente desconocido en España. El primer cymric, observado en una camada de manx, hizo su aparición en Canadá en los años sesenta (dos manx portadores del gen del pelo largo pueden generar unos cymric, pero no al revés). Llamado «galés» por los ingleses (cymric significa galés en la lengua gaélica), este gato ha sido reconocido sólo por algunas organizaciones norteamericanas y canadienses, pero aún no por la FIFe.
El estándar (características) del gato manx
Cabeza |
De aspecto rollizo, es bastante ancha y redonda, con pómulos prominentes. La nariz es media, sin stop definido y sin respingar. |
Orejas |
Abiertas en la base, se afinan ligeramente en la punta. De tamaño medio, están situadas relativamente altas en el cráneo. |
Ojos |
Grandes y redondos, deben estar en armonía con el color del manto. |
Cuerpo |
Sólido y compacto, no debe ser demasiado corto; termina con una grupa redondeada. Las patas posteriores deben ser ligeramente más altas que las anteriores, y el dorso está naturalmente inclinado hacia adelante Los flancos, son profundos, las zarpas son redondas; las patas son musculosas: las anteriores, al ser cortas y estar bien separadas, ponen en relieve el ancho pecho. |
Pelaje |
Pelo corto con buena textura y presencia de un doble pelaje. El subpelo es suave y denso. |
Cola |
En las exposiciones se requiere una ausencia total de cola. Al término de la columna vertebral debe haber un surco característico. |
Notas |
El coxis puede levantarse ligeramente: no se trata de un defecto, a menos que el coxis mismo bloquee la mano del juez cuando ésta recorre la columna vertebral del gato. En este caso, el gato no es reconocido como «sin cola» El tren posterior (grupa) es muy ancho y redondo. El manx stumpy tiene el mismo estándar, a excepción de la cola. |