Con su manto de reflejos plateados y los ojos increiblemente expresivos, el gato korat posee el estilo principesco de sus antepasados… Un temperamento «agresivo» y determinado hace de este gato todo un personaje, al que merece la pena prestar atención.
Los orígenes
Originario de Tailandia, el gato korat es una de las razas más antiguas. Las primeras noticias sobre el se remontan al año 1350: entonces un poema thailandés cantaba la belleza de su pelaje azul: «Las raíces son como nubes y las puntas como la plata». La elegancia natural de este felino lo ha convertido en un símbolo del lujo y también su nombre está ligado a la idea de fortuna y prosperidad: en Thailandia el korat es llamado Si-Sawat, que literalmente significa «color de la prosperidad», o «amuleto de la suerte», con referencia al color azul plateado de su manto, que evoca la riqueza material.
Bastante difundido, el gato azul está representado en algunos grabados de la época, en ambientes siempre suntuosos; adulado y venerado, se le han atribuido orígenes divinos. Aún hoy, una antigua costumbre simboliza el respeto del pueblo thailandés por este gato: regalar una pareja de Si-Sawat a unos recién casados significa buena suerte y augura una unión feliz…
Raza muy antigua, el gato Korat. rebautizado así por el nombre de su provincia de origen, ha sido descubierto muy recientemente por los occidentales: su primera aparición oficial se remonta a 1896. durante una exposición en Gran Bretaña.
Pero en aquella ocasión fue inscrito para competir con unos siameses y, naturalmente, fue descalificado, porque su color no era el aceptado para el siamés. Hasta 1959 el gato korat no fue registrado oficialmente: en aquel año llegó a Estados Unidos una pareja de korat importados directamente de Thailandia: Nara y Darra. A esta pareja se sumaron otras y se fundo un club para permitir la difusión de la raza; así, en 1966, el korat pudo participar en las exposiciones y competir por el campeonato; tres años más tarde, en 1969, todas las organizaciones norteamericanas lo habían reconocido.
Hoy el gato korat tiene un estándar propio y por fin ha obtenido el reconocimiento de la Federación Internacional Felina: las reservas de los primeros tiempos han sido total y definitivamente superadas. Este estándar que sólo el azul plateado está autorizado. Gatitos color lavanda, nacidos naturalmente de camadas de korat, están en el centro de una polémica: ¿se los debe aceptar o no? La mayoría es partidaria de un categórico rechazo. Admitir un korat lavanda sería un primer paso hacia la desnaturalización de la raza, que ha permanecido intacta desde sus orígenes.
El gato korat ha conservado la pureza de sus antepasados
Los primeros korat llegaron a Gran Bretaña en 1972, exportados desde Estados Unidos. En España este gato no es muy conocido y desgraciadamente aún es confundido con el azul de Rusia y con el gato Cartujo. Por lo que se refiere a la cría del korat, la única regla a observar es: ¡ningún cruce con otras razas!
El objetivo prioritario es el de conservar la pureza de la raza: desde esta óptica se ha establecido que todos los korat presentes en las exposiciones deben tener antepasados originarios de Thailandia. Hecho raro en el mundo felino, este gato no ha sufrido ningún cruce con otra raza; así ha conservado su morfología y sus características originarias.
La única dificultad con la cual se enfrentan a veces los criadores está ligada al temperamento del korat: este gato, que es un dominador, tiende a querer afirmarse frente a todos los felinos de su ambiente. Todo va bien mientras los demás gatos lo consienten; en caso contrario, puede suceder que el korat intente imponerse erizando los pelos y sacando las uñas.
Es mejor, pues, mantenerlo alejado de los otros gatos, pero es importante saber que los gatos castrados o esterilizados pierden mucha de su agresividad y que el problema no se plantea en el caso de los gatitos.
Bien conocido por los thailandeses, el temperamento guerrero del korat ha hecho de él, durante mucho tiempo, un guardián de primer orden: apostados a la entrada de la aldea, los gatos sabían avisar a los habitantes de cualquier peligro. A pesar de su carácter, el gato korat no es un gato con el que sea difícil convivir, sino más bien todo lo contrario. Inteligente y vivaz, en su compañía la vida nunca es monótona.
Ya conocemos las aptitudes «intelectuales» de los gatos, y el korat parece formar parte de aquellos que están en la cima de la graduación. Astuto y curioso, sabe localizar la despensa de la comida, abrir una puerta que le está prohibida o atraer voluntariamente la atención si es desatendido por un instante.
Bien podemos definirlo como un despota, un tirano, capaz tanto de lo mejor como de lo peor; sabe lo que quiere, y lo que quiere ante todo es atraer la atención de su amo. El korat necesita una presencia regular; fiel, instaura con su amo una relación similar a la que éste tendría con un perro, aunque sigue siendo en todo y para todo un gato, con una gran necesidad de autonomía y un indómito deseo de independencia.
Expansivo y tierno, el korat es un animal que «habla» mucho y que necesita saber comprender; posee un lenguaje propio hecho de miradas y maullidos que le pertenecen sólo a él y conseguir comprenderlos es como acceder a su magia. Así, la seducción no tarda en llegar…
Hábitos de vida del korat
Salud
El gato korat es un gato sano y robusto. El desarrollo se completa sólo hacia los dos años y los adultos pesan una media de tres-cuatro kilos. Pero los expertos reconocen que tiene una cierta fragilidad de las vías respiratorias; es preciso, por lo tanto, evitar corrientes de aire y humedad.
Reproducción
Como el siamés o el oriental, el korat puede reproducirse en cualquier período del año. No hay un período más propicio que otro. Las hembras tienen una media de tres gatitos por parto. Hecho excepcional en los gatos, macho y hembra comparten la educación de los pequeños: no es raro, por tanto, ver que las hembras korat dejen al padre el encargo de asear a los gatitos.
Cuidados del gato Korat
Ninguno. Este gato tiene la ventaja de no tener subpelo, y esto le da un pelaje muy suave. Esta particularidad permite que aquellos que sufren de alergia soporten muy bien la presencia del korat. Este gato, pues, representa la solución al problema de los amantes de los gatos, pero alérgicos a su pelo.
Alimentación
La dieta del korat es variada. Sin embargo, según los criadores, tiene debilidad por el pescado y las espinacas.
El estándar (características) del gato Korat
Cabeza y orejas |
Vista de frente, la cabeza debe tener forma de corazón. Los rasgos suaves de la cara se curvan para formar un hocico bien desarrollado sin ser puntiagudo. La frente es ancha y plana. Las orejas son grandes, bien abiertas en la base, ligeramente redondeadas y situadas arriba en el cráneo. La nariz tiene un perfil bien proporcionado, con un stop poco marcado. Por debajo de la punta de la nariz el extremo es redondeado. Pómulos y mentón están bien desarrollados. Cara en forma de corazón. |
Ojos |
Grandes y luminosos, preferentemente de color verde vivo, están bien abiertos y son redondos. Hasta los dos años los ojos pueden ser ambarinos o ambarino-verdosos. El color será definitivo sólo después de los dos años. |
Cuerpo |
De talla media, es musculoso y esbelto, poderoso sin ser pesado. Las patas son de longitud media, bien proporcionadas respecto del cuerpo. Las zarpas son ovaladas. Las almohadillas van del azul gris al lavanda. La cola es de longitud media, gruesa en la base y redondeada en el extremo. |
Color |
Azul-gris plateado uniforme, sin ninguna estriadura o mancha. El extremo de los pelos es plateado. |
Defectos |
Nariz demasiado larga o demasiado corta. Mentón deprimido. Ojos pequeños. Cola rizada en el extremo. Color no demasiado uniforme con sombras o puntos blancos. |